miércoles, 23 de diciembre de 2009
Lámpara votiva - XLIV
Para tu dulce piel, mi ardiente beso
para tu sangre caliente, mi amante corazón,
para tu ser cóncavo, mi yo convexo,
y para tus bellos ojos, mi perpetua canción.
¡Salve, exacta correspondencia!
viernes, 18 de diciembre de 2009
Paisajes para colgar en tu corazón - I
(Lindo poema escrito especialmente para ti, nos llega desde el otro lado del continente)
Mamãe
Claudia Lima Santos
(São Paulo, Brasil)
Mamãe: toda a minha vida
eu devo a você.
Nas horas felizes que tive junto com você,
também nas horas de dor que você passou para me ver nascer,
mamãe tudo o que sou, eu devo a você.
Quando eu sorria, você me abraçava,
quando eu chorava, você me acolhia,
quando eu precisava de carinhos,
ganhava se fosse de noite, ou mesmo de dia.
Mamãe, você é uma flor
é completa de amor
é paz, é meu guia,
dedico a você toda a minha história,
fiz só para você a minha poesia.
Fiz aqui do coração,
esta linda canção
para contar a minha vida
e dizer que mamãe
é a razão de todos esses meus sucessos
nos palcos da vida.
jueves, 17 de diciembre de 2009
miércoles, 16 de diciembre de 2009
domingo, 13 de diciembre de 2009
Lámpara votiva - XXXVII
sábado, 12 de diciembre de 2009
martes, 8 de diciembre de 2009
lunes, 7 de diciembre de 2009
domingo, 6 de diciembre de 2009
Historias del diario vivir - III
¿Ves cuánto te quieren tus amigas y tus amigos? Y cómo recuerdan tus indagaciones para ubicar a las compañeras y compañeros de la “promo”, consumiendo días y horas para recuperar números telefónicos, cuentas de correo electrónico, direcciones postales, … imaginando ya el encuentro y el abrazo, la reunión y
La próxima vez que se reúnan ellas y ellos para compartir momentos y platillos, en la hora dulce de la añoranza, entonando aquellas nuestras canciones del recuerdo, sabremos todos que jamás te has ido.
(Muchas gracias, querido "Piero" por tu cariño)
sábado, 5 de diciembre de 2009
Lumbre inmarcesible ...
Lumbre inmarcesible, guíame.
Orla preciosísima, distíngueme.
Utopía titilante, motívame.
Río de luz, enciéndeme.
Donadío celeste, enriquéceme.
Emperatriz magnífica, gratifícame.
Sangre de mi corazón, revíveme.
jueves, 3 de diciembre de 2009
martes, 1 de diciembre de 2009
Al filo de la desesperanza
Al filo de la desesperanza,
te ruego,
Señor mío y Dios mío,
haz en mí
posible lo imposible!
lunes, 23 de noviembre de 2009
Reina de mi jardinería
Reina de mi jardinería,
princesa de mis bancales
qué linda te ves de día
paseándote por tus rosales.
Y tus mejillas de fruta tierna,
sonrosadas como mil flores,
van arrancando mis penas
con sólo ver sus colores.
jueves, 19 de noviembre de 2009
Como buscan las aguas ...
Como buscan las aguas del río
irrenunciablemente a la mar,
así te busco, mi norte perdido,
muriéndome por no llegar.
martes, 17 de noviembre de 2009
Luz que toco ...
Luz que toco y que en mi pecho guardo
Oráculo infalible de mis tristes horas,
Úngeme la frente con esencia de nardos.
Reina de mi alma que por tu ausencia llora
Déjame aquí, sobre la playa sola,
Esperar con ilusión a que llegue la hora,
Sin más pedir que contemplarte en las olas.
lunes, 16 de noviembre de 2009
Lámpara votiva - XXIX
No sé cómo te cantaré cuando se acaben mis palabras; por eso te pido, reina mía, que lleves cuenta de mis lágrimas.
domingo, 15 de noviembre de 2009
Así, ante el espejo
Una vez más
quiero verme al espejo
sin que nadie declare
conocerme.
Una vez
quiero ser
extraño a mí mismo
y que de otro
sean mis dolores.
viernes, 13 de noviembre de 2009
Dame tu pecho
Dame tu pecho
de pan y clavel
que no sé vivir
sin él!
Dame esos brotes
de trigo y olivo
que calman mi hambre
y curan mi hastío!
Dame tus labios,
tu piel y tu talle,
y tus dos manitas,
que a cielo me saben!
sábado, 7 de noviembre de 2009
Lámpara votiva - XXVIII
martes, 3 de noviembre de 2009
Los barcos de la noche
Sin faro
y sin paz,
en el agobiado mar de mi vigilia,
a...r...r...á...s...t...r...a...n...s...e
los barcos de la noche,
viudos de toda luz
como mi alma.
sábado, 31 de octubre de 2009
Lámpara votiva - XXVII
Corazón de niño
¿Por qué queréis arrancarme
de mis horas más queridas?
¿Por qué me despojáis
de mi ensueño más preciado?
No quiero más vuestro torbellino alucinante!
Quiero,
como un niño enfermo,
solitario en mi cuarto,
escuchar los pasos de
Ella
que llega con mi manjar preferido!
viernes, 30 de octubre de 2009
Lámpara votiva - XXVI
Un frío amanecer, los parientes y los amigos, y aun las hermanas y los hermanos, me dijeron que te habías ido y que ya no volvería a verte. Levanté, inquisidor, la mirada y entonces las nubes, las estrellas y los cielos clamaron: "¡No es cierto!"
Lo dulce del beso
Lo dulce del beso que te di
no se lo cuentes a nadie,
que nuestro amor es así
secreto y sin ningún alarde!
Fue Setiembre aquella tarde
y en tu jardín un alhelí
perfumaba más que mil mares,
¡vaya con lo que sentí!
jueves, 29 de octubre de 2009
La felicidad que te debo
La felicidad que te debo
ya no la puedo pagar!
De dónde iba yo a sacar
zafiros de finos orientes
para poder así coronar
tu dignísima y alta frente.
La felicidad que te debo
ya no la puedo pagar!
Dime tú, amor y reina mía,
de dónde iba yo acopiar
la tan delicada ambrosía
digna de tu paladar.
La felicidad que te debo
ya no la puedo pagar!
Y cómo, dime, yo ahora podría,
con esta triste alma desganada,
componer la más simple melodía,
un poema o apenas una sosa tonada.
La felicidad que te debo
ya no la puedo pagar!
Regresa a mí
Regresa a mí, mi bienquerida,
vuelve, y pon el bálsamo sagrado
sobre mi aún sangrante herida
y sana con tus besos mi costado.
Razón de mis cantares
Razón de todos mis cantares,
sangre de mi corazón,
llévame a navegar en tus mares!
Aunque sea profundo mi lloro
Aunque sea profundo mi lloro
y más doliente aún mi pena,
ya no tengo lo que imploro
y es la ausencia mi condena.
Pobre de mi corazón que gime,
lástima de mi gemir que es mudo.
Ya ni el amargo llanto me redime,
vago triste y de todo bien desnudo.
miércoles, 21 de octubre de 2009
Lámpara votiva - XXV
“Es tan grande el bien que espero que en toda pena me recreo” dicen que cantaba, por los campos de la Umbría, il poverello di Assisi. ... Que sea mi honda pena, reina mía, el justiprecio del bien que ansío.
Los días aciagos
¿Por qué había de llegar este día aciago
en que mi corazón traspasan lanzas crueles,
si yo sin tu amor, ya nada valgo
y tú sin mi amor, ya nada puedes?
¿Por qué, dime tú, amor de mis amores,
por qué decir "¡Adiós!", mi bienamada?
¿Por qué más dolor tras mil dolores?
¿Por qué tras mil heridas, otra espada?
domingo, 18 de octubre de 2009
Cartas tardías - V
Sábado nuevamente, y nuevamente
¿Después de la clase vamos al cine? … Me miras, cómplice … Sí, …¡al cine, cinemeros!
Y tú me pides la libreta de apuntes y yo me hago de rogar. Entonces pones el título de la película, unos puntos suspensivos y un círculo; dentro de él pondremos, luego de una ardua discusión, un calificativo. Llegamos, ahora sí, los dos, puntuales; nunca nos gustó llegar tarde para
He vuelto luego de muchos años, solo, a otro cinema (ya no existen nuestros cinemas), a otra ubicación, a otra función, a "otro todo” y viene a mi mente aquella canción que jamás pensamos, en aquellos días, que alguna vez iba a parecerse a nuestra historia, amiga mía, que ya no estás. Y, quise escuchar nuevamente a Leonardo Favio (http://www.youtube.com/watch?v=tLWZ-XGKM80&feature=related).
jueves, 15 de octubre de 2009
Si tú vinieras ...
Oh, si tú vinieras disuelta
en el viento de esta tarde ...
Si tú estuvieras aquí,
niña mía,
y apartaras la losa de mi precoz sepulcro,
me levantaría y me iría contigo,
con tus besos,
con tu renacer
y tu ternura,
bien seguro de haber hallado el paraíso.
Desilusión
El insomnio que tú pueblas
es un país maravilloso
donde todo es posible.
Por eso
cuando me sorprende la mañana
ojeras de desilusión
cubren mi pena.
jueves, 8 de octubre de 2009
Lámpara votiva - XXIV
viernes, 2 de octubre de 2009
Lámpara votiva - XXIII
Lámpara votiva - XXII
domingo, 27 de septiembre de 2009
Cartas tardías - IV
¿Sabes que ayer me animé a contarles todo a mis padres y a mis hermanos?... ¿Qué les dije? Pues que nos queríamos, que queremos ser uno, que me gustan tus labios, que queremos estar juntos siempre, y más; es decir, más y todo lo demás. ¿Qué dijo mi madre?... Que sí; que me vas a querer mucho, que me despertarás siempre con un beso y que serás mi reina, mi luz y mi destino. (Y yo, feliz; porque te amo y porque mi madre es sabia y nunca se equivoca.)…. ¿Qué dijo mi padre?... Ya sabes, preguntó si sabes cocinar y si bordas bien. (Y yo: “Sí, lo aprendió con monjas”). Y mi hermano, que si eres bonita. (Y yo: “Preciosa”). Y mis hermanas: “¿Le gustan los niños?”... “¿Está enamorada de ti?” … Y yo: “Sí, sí, sí; que voy corriendo a contárselo.”
Y los dejé escuchando a Joan Manuel Serrat (www.youtube.com/watch?v=63MQmTMNvJY) ... aunque ya no podré entregarte esta Carta.
- - - - - - -
Dedico (también) esta “Carta” a nuestro entrañable amigo Isaías.
jueves, 24 de septiembre de 2009
Siempre nueva
Tu piel
es siempre nueva;
sea
que me incline
sobre tu cuerpo desnudo,
sea
que, ausente,
me acurruque en tu recuerdo.
Inextinguible esperanza
Aunque no te vea,
aunque estés distante,
canto al amor
y estoy alegre
porque sé
que la flor llegará.
martes, 22 de septiembre de 2009
Al irte tú de mí
Al irte tú de mí, niña mía,
te has llevado la mejor parte:
toda tu alma,
todo tu cuerpo,
y la mitad de mi aire.
lunes, 21 de septiembre de 2009
Tus manos
Tus manos,
¡ah!,
tus manos, ...
palomas en vuelo
de límpidas elevaciones.
¿Cuándo,
dime,
tendré tus manos,
sobre mi pecho?
Aceptación
¿Por qué culpar
al cielo
de tanta iniquidad?
Sólo los corazones
sangrantes
saben cargar
su cruz
besándola.
sábado, 19 de septiembre de 2009
Lámpara votiva - XX
Lámpara votiva - XIX
viernes, 18 de septiembre de 2009
Historias del diario vivir - II
Cuando nos convocaban a los llamados Encuentros, unos de Padres, otros de Esposos, estotros de Matrimonios, nos divertíamos mucho. Y, claro, ya que por lo general, se hacían en las aulas de los colegios de nuestros hijos, nos hacíamos la ilusión de ser otra vez chicos y enamorados.
¡Qué orgulloso estaba yo de ti! cuando —como se fue haciendo costumbre— te escogían a ti para que hablaras a nombre de nuestro grupo de reflexión. Y con qué dulzura me mirabas cuando —como también me empeñé en hacer costumbre a fuerza de pedir la palabra—yo leía en público el “Poema acróstico sobre
Y cómo nos divertíamos, y cuanto reíamos. ¿Recuerdas cuando me reconvinieron por insistir en llamarte indistintamente (muy a la española, yo) “mi mujer” o “mi esposa”. Me dijeron: “Tu esposa es la madre de tus hijos” y “Tu mujer es sólo una aventura; lo de la calle”. Y yo —ya en complicidad tácita contigo— me apuré en replicar que, para mí, ambas eran una sola; “mi esposa” y “mi mujer” eran la misma persona, por eso no hacía distingos. Me miraste de reojo y me diste tu viva aprobación disimulando una sonrisa.
Y, después, por la noche, ¡cuánto reímos! Y empezamos a embromar y dijiste que era yo "Tu hembrito” y dije yo que tú “Mi marida”. Y yo te llamé: “Mi señora” y tú a mí, entonces: “Mi señoro”; y tú: “Mi amanto” y yo: “Mi amanta”, y luego yo: “Mi toda” y, entonces, cuando dijiste tú: “Mi todo”… se acabó el juego y empezó la ternura.
Tu cuerpo de hada
Playas sin sol, flores en trizas,
va mi corazón callado y triste,
recogiendo de a pocos las cenizas
de aquel amanecer en que te fuiste.
A la fuerza, a mí me trajeron
a esta extraña y oscura región;
y con mano cruel me pusieron
una brasa en el corazón.
Nada me alegra ya, nada me dicen
los árboles, los ríos o las rosas;
sólo un profundo dolor persiste
en mi marcha dura y fatigosa.
Y, sin embargo, guardo un consuelo
que cualquier pena hace nada:
al cabo de mi vida iré hasta el cielo
a poseer para siempre tu cuerpo de hada.
Lámpara votiva - XVIII
martes, 15 de septiembre de 2009
Lámpara votiva - XVII
miércoles, 9 de septiembre de 2009
Si tú no me hubieras querido
Si tú no me hubieras querido,
¿qué habría sido de mí?
El amor, la vida y el aire,
que nacían y morían desde ti,
¿dónde hubiera podido encontrarlos
ahora que ya no estás aquí?
Si tú no me hubieras querido,
¿qué habría sido de mí?
¿Dónde hubiera conocido yo
la ternura sino en tus brazos?
¿Y dónde habría aprendido el amor
sino en tu regazo?
Si tú no me hubieras querido,
¿qué habría sido de mí?
Hoy cuando quiero verte
me basta contemplar el cielo;
allí están para mi eterna suerte:
tu mirada, tu luz y tu pelo.
Si tú no me hubieras querido,
¿qué habría sido de mí?
jueves, 27 de agosto de 2009
Ven, mujer mía
Y luego, ven a sentarte a mi costado y dispongámonos a elevar, en silencio y con las manos juntas, nuestras miradas hacia Dios.
martes, 25 de agosto de 2009
Lámpara votiva - XVI
Lámpara votiva - XV
Lámpara votiva - XIV
domingo, 16 de agosto de 2009
Cuando tú vivías en mi casa
Cuando tú vivías en mi casa yo era muy feliz. Éramos como dos pajaritos que se acurrucaban bajo un manto de estrellas y fantasías. Y ¡qué alegres amanecíamos cuando dormíamos juntos!
(Al despedirnos, un beso;
al encontrarnos, un beso.
Un infinito rosario de besos
fue uniéndonos para siempre ...)
Y cuántas veces, herido y con el desánimo a cuestas, me allegaba al nido con el solo anhelo de contemplarme en tus ojos y buscar en tu confortador abrazo la medida exacta de mi consuelo. Y qué bien sabías tú serenar mis abatimientos. Y cómo brillaban tus ojos cuando enaltecías hasta la más baladí de mis victorias. Nada era para mí, entonces, imposible de conseguir. Y, juntos, fuimos construyendo el nido, a una vez tierno y fuerte, y aprendimos a elevarnos hasta los confines de la vida y mirar con ilusión el futuro.
[… Silencio …]
Esta tarde fría de invierno soso, he vuelto, otra vez, a buscarte. Y ya no estabas ... Pronuncio, entonces, esta oración:
Dios de las montañas, de las estrellas y los vientos,
Amo y Señor de todo lo visto y lo creído,
Dios de todo lo posible y lo imposible,
¡devuélveme a mi pajarita!
sábado, 15 de agosto de 2009
Saber que me quieres
Reina purísima,
dueña de todo lo mío,
sosiega mis angustias.
Corona de todas mis audacias,
apacienta mis arrojos.
Reposo de todas mis batallas,
restaña mis heridas.
Y,
¡déjame,
otra vez,
saber que me quieres!
Lámpara votiva - XIII
domingo, 9 de agosto de 2009
Lámpara votiva - XII
Cuando decidiste rendirme tus labios por primera vez, mi ser-hombre se elevó como flama incandescente por entre el montón de cenizas que era mi vida sin ti.
viernes, 7 de agosto de 2009
Lámpara votiva - XI
Mendigo de amor y pordiosero de tus caricias, yerro el camino de vuelta a casa y mi aliento se va consumiendo en tristes canciones.
Cartas tardías - III
Ayer estuve largo rato frente al portón de tu colegio esperando que nuestras miradas se juntaran y que, obedeciendo a nuestro mudo protocolo consagrado por los días y el bienquerer, tomara yo el bolsón en que acarreabas tus libros y tus lápices. Y qué feliz era yo echándome esa carga y esa responsabilidad de escoltarte para que nadie interfiriera tu camino, para que nada rozara tu tierna y leve figura; ¡ni siquiera el viento o la garúa!... Pero no llegaste.
Como no me lo creí, esperé aún más, casi hasta el anochecer. Y, claro, llegué a mi casa con el uniforme escolar empapado y el corazón en vilo: ¡había deambulado tanto por las neblinosas calles de Pueblo Libre!, …
Al final, a solas, en una noche anegada en melancolía, fue mi consuelo abrir aquella cartita en papel rosado, donde yo había copiado para ti un verso de Rabindranath Tagore:
Deja que lo repita sin cansarse mi corazón.”
Y tú, con ese detalle tan tuyo que más tarde haría que me enamorara aún más de ti, pusiste, en respuesta, el signo aritmético =, es decir “igual”. Fue entonces cuando saltó de alegría mi corazón.
sábado, 1 de agosto de 2009
Lámpara votiva - X
¡Límpido mar del amor eterno!, ¿cuándo recibirás por fin las fatigosas aguas de este río atormentado?
viernes, 24 de julio de 2009
Lámpara votiva - IX
Lámpara votiva - VIII
miércoles, 22 de julio de 2009
Lámpara votiva - VII
domingo, 19 de julio de 2009
Historias del diario vivir - I
jueves, 16 de julio de 2009
Lámpara votiva - V
"Ya me voy"
Un atardecer de Mayo, mi Reina me dijo: “Muchas gracias, peregrino. Ya me voy.” Y yo hice como que no le había escuchado. Entonces, los mares, el Sol y las estrellas, me dijeron: “No temas, hermano, siempre estaremos contigo”. Pero llegó el dolor y su cruel soplido hizo temblar la llama de mi esperanza.
Vivo lo que sueño
Al amanecer, beso tus labios, copiosa fuente de renovadas utopías, y al mediodía, me complazco en la contemplación de esas delicadas frutas de carne que el sol esculpe sobre tu pecho. A las cinco de la tarde, aliso tu cabello alborotado por un viento que parece ser el de Chiclayo y acaricio tus manos que se abren para mí con exhalaciones de pan recién horneado. Llegada la noche, me arropo con la tibieza de tu delicada y acogedora piel que torna verdad todas mis ilusiones. Y así vivo mis sueños cada día.
jueves, 9 de julio de 2009
Tengo miedo de la lluvia
Tengo miedo de la lluvia,
pues presiento
que un día romperá
el cristal de tu recuerdo
cuando caiga sobre el mar!
martes, 7 de julio de 2009
Invitación
Entra.
Siempre ha estado así mi ventana:
abierta para tu cuerpo menudo,
cerrada para que sólo tú
conozcas el interior de mi morada.
¡Anda, entra!
Demasiado tiempo hemos estado solos,
esperando.
Es la hora exacta para nuestra unión:
Yo soy una silente avenida de algarrobos,
pon tú la canción!