miércoles, 23 de diciembre de 2009

Lámpara votiva - XLIV


Para tu dulce piel, mi ardiente beso
para tu sangre caliente, mi amante corazón,
para tu ser cóncavo, mi yo convexo,
y para tus bellos ojos, mi perpetua canción.
¡Salve, exacta correspondencia!

viernes, 18 de diciembre de 2009

Paisajes para colgar en tu corazón - I


(Lindo poema escrito especialmente para ti, nos llega desde el otro lado del continente)


Mamãe

Claudia Lima Santos

(São Paulo, Brasil)

Mamãe: toda a minha vida

eu devo a você.

Nas horas felizes que tive junto com você,

também nas horas de dor que você passou para me ver nascer,

mamãe tudo o que sou, eu devo a você.

Quando eu sorria, você me abraçava,

quando eu chorava, você me acolhia,

quando eu precisava de carinhos,

ganhava se fosse de noite, ou mesmo de dia.

Mamãe, você é uma flor

é completa de amor

é paz, é meu guia,

dedico a você toda a minha história,

fiz só para você a minha poesia.

Fiz aqui do coração,

esta linda canção

para contar a minha vida

e dizer que mamãe

é a razão de todos esses meus sucessos

nos palcos da vida.


(Muchas gracias, querida Claudia)

Lámpara votiva - XLIII


Ya no me importa
si me voy o me quedo
pero contigo.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Lámpara votiva - XLII


26 mes de Mayo
se rasgaron los cielos;
llovió tristeza.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Lámpara votiva - XLI


Tu beso es chispa
que al roce de mi sangre
la flama enciende.

Lámpara votiva - XL


Me conociste
totalmente y pese
a ello / me amaste.

Lámpara votiva - XXXIX


Te vas solita
y mis ojos te siguen
cual cachorritos.

Lámpara votiva - XXXVIII


Triste ave inválida
mi alma llora su pena
de alas impar.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Lámpara votiva - XXXVII


Prodigiosa alquimista, dominabas la ciencia de fundir, en tu crisol divino, mi pobre barro de hombre con el oro fulgente de tu ser-mujer.

Lámpara votiva - XXXVI


A la muerte
no tengo miedo
;
simplemente
no quisiera morir
(en tu corazón).

sábado, 12 de diciembre de 2009

Lámpara votiva - XXXV


Quedó cortado
a la mitad el puente;
busco un por qué.

martes, 8 de diciembre de 2009

Lámpara votiva - XXXIV


Al fin será
otra vez primavera
cuando me beses.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Lámpara votiva - XXXIII


Fría la noche.
Sólo con tu recuerdo
siento yo abrigo.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Historias del diario vivir - III


¿Ves cuánto te quieren tus amigas y tus amigos? Y cómo recuerdan tus indagaciones para ubicar a las compañeras y compañeros de la “promo”, consumiendo días y horas para recuperar números telefónicos, cuentas de correo electrónico, direcciones postales, … imaginando ya el encuentro y el abrazo, la reunión y la anécdota. Y cuánto querías a tus amigas y a tus amigos. Y ellas y ellos a ti. Por eso te coronaron con aquel cariñoso título: “Artífice de re-encuentros”.


La próxima vez que se reúnan ellas y ellos para compartir momentos y platillos, en la hora dulce de la añoranza, entonando aquellas nuestras canciones del recuerdo, sabremos todos que jamás te has ido.


(Muchas gracias, querido "Piero" por tu cariño)


Lámpara votiva - XXXII


No fue difícil
anhelar olvidarte,
fue sólo inútil.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Lumbre inmarcesible ...


Lumbre inmarcesible, guíame.
Orla preciosísima, distíngueme.
Utopía titilante, motívame.
Río de luz, enciéndeme.
Donadío celeste, enriquéceme.
Emperatriz magnífica, gratifícame.
Sangre de mi corazón, revíveme.

Lámpara votiva - XXXI


Lindo vivir
con tu piel de durazno
cerca de mí.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Lámpara votiva - XXX


Dulces tus ojos;
tus labios encendidos
son sal de vida.

martes, 1 de diciembre de 2009

Al filo de la desesperanza


Al filo de la desesperanza,
te ruego,
Señor mío y Dios mío,
haz en mí
posible lo imposible!

lunes, 23 de noviembre de 2009

Reina de mi jardinería


Reina de mi jardinería,
princesa de mis bancales
qué linda te ves de día
paseándote por tus rosales.

Y tus mejillas de fruta tierna,
sonrosadas como mil flores,
van arrancando mis penas
con sólo ver sus colores.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Como buscan las aguas ...


Como buscan las aguas del río
irrenunciablemente a la mar,
así te busco, mi norte perdido,
muriéndome por no llegar.

martes, 17 de noviembre de 2009

Luz que toco ...


Luz que toco y que en mi pecho guardo
Oráculo infalible de mis tristes horas,
Úngeme la frente con esencia de nardos.
Reina de mi alma que por tu ausencia llora
Déjame aquí, sobre la playa sola,
Esperar con ilusión a que llegue la hora,
Sin más pedir que contemplarte en las olas.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Lámpara votiva - XXIX


No sé cómo te cantaré cuando se acaben mis palabras; por eso te pido, reina mía, que lleves cuenta de mis lágrimas.


domingo, 15 de noviembre de 2009

Así, ante el espejo


Una vez más

quiero verme al espejo
sin que nadie declare
conocerme.

Una vez
quiero ser
extraño a mí mismo
y que de otro
sean mis dolores.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Dame tu pecho


Dame tu pecho
de pan y clavel
que no sé vivir
sin él!

Dame esos brotes
de trigo y olivo
que calman mi hambre
y curan mi hastío!

Dame tus labios,
tu piel y tu talle,
y tus dos manitas,
que a cielo me saben!

sábado, 7 de noviembre de 2009

Lámpara votiva - XXVIII


Dicen por allí que Juan XXIII en un momento cumbre de su entrega sacerdotal, frente a la tumba de San Pedro, dijo: "Que mi secreto sea sólo mío". Hoy, frente a los años que están delante de mí, digo: "Que el secreto de mi amor sea sólo mío".

martes, 3 de noviembre de 2009

Los barcos de la noche


Sin faro
y
sin paz,
en el agobiado mar de mi vigilia,
a...r...r...á...s...t...r...a...n...s...e
los barcos de la noche,
viudos de toda luz
como mi alma.

sábado, 31 de octubre de 2009

Lámpara votiva - XXVII


Y te quedaste dormida con tus trencitas recién hechas. ... Qué linda te hubieras visto esta mañana, reina mía, con el sol acariciando tu espalda.

Corazón de niño


¿Por qué queréis arrancarme
de mis horas más queridas?
¿Por qué me despojáis
de mi ensueño más preciado?
No quiero más vuestro torbellino alucinante!

Quiero,
como un niño enfermo,
solitario en mi cuarto,
escuchar los pasos de
Ella
que llega con mi manjar preferido!

viernes, 30 de octubre de 2009

Lámpara votiva - XXVI


Un frío amanecer, los parientes y los amigos, y aun las hermanas y los hermanos, me dijeron que te habías ido y que ya no volvería a verte. Levanté, inquisidor, la mirada y entonces las nubes, las estrellas y los cielos clamaron: "¡No es cierto!"


Lo dulce del beso


Lo dulce del beso que te di
no se lo cuentes a nadie,
que nuestro amor es así
secreto y sin ningún alarde!

Fue Setiembre aquella tarde
y en tu jardín un alhelí
perfumaba más que mil mares,
¡vaya con lo que sentí!

jueves, 29 de octubre de 2009

La felicidad que te debo


La felicidad que te debo

ya no la puedo pagar!


De dónde iba yo a sacar

zafiros de finos orientes

para poder así coronar

tu dignísima y alta frente.


La felicidad que te debo

ya no la puedo pagar!


Dime tú, amor y reina mía,

de dónde iba yo acopiar

la tan delicada ambrosía

digna de tu paladar.


La felicidad que te debo

ya no la puedo pagar!


Y cómo, dime, yo ahora podría,

con esta triste alma desganada,

componer la más simple melodía,

un poema o apenas una sosa tonada.


La felicidad que te debo

ya no la puedo pagar!


Regresa a mí


Regresa a mí, mi bienquerida,
vuelve, y pon el bálsamo sagrado
sobre mi aún sangrante herida
y sana con tus besos mi costado.

Razón de mis cantares


Razón de todos mis cantares,
sangre de mi corazón,

llévame a navegar en tus mares!

Aunque sea profundo mi lloro


Aunque sea profundo mi lloro
y más doliente aún mi pena,
ya no tengo lo que imploro
y es la ausencia mi condena.

Pobre de mi corazón que gime,
lástima de mi gemir que es mudo.
Ya ni el amargo llanto me redime,
vago triste y de todo bien desnudo.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Lámpara votiva - XXV


“Es tan grande el bien que espero que en toda pena me recreo” dicen que cantaba, por los campos de la Umbría, il poverello di Assisi. ... Que sea mi honda pena, reina mía, el justiprecio del bien que ansío.


Los días aciagos


¿Por qué había de llegar este día aciago
en que mi corazón traspasan lanzas crueles,
si yo sin tu amor, ya nada valgo
y tú sin mi amor, ya nada puedes?

¿Por qué, dime tú, amor de mis amores,
por qué decir "¡Adiós!", mi bienamada?
¿Por qué más dolor tras mil dolores?
¿Por qué tras mil heridas, otra espada?

domingo, 18 de octubre de 2009

Cartas tardías - V


Sábado nuevamente, y nuevamente tarde oscura y la garúa acostumbrada en Lima. Clase de Estadística. Tú, como siempre, llegas puntual. Yo, como algunas veces, tarde aunque con el corazón en la mano, ansioso por verte; sí sólo por verte (¿para qué nos vamos a engañar, no?). Y junto a ti, siempre; muchas veces (¡qué pena!) en dos carpetas diferentes; y a veces (¡gracias, Dios mío!) en una de aquellas que llamaban en nuestros años "bi-personales." Y juntos, juntos (¡yeah, yeah, yeah!, como The Beatles (www.youtube.com/watch?v=NzJ2NKp23WU), mirándonos.


¿Después de la clase vamos al cine? … Me miras, cómplice … Sí, …¡al cine, cinemeros!


Y tú me pides la libreta de apuntes y yo me hago de rogar. Entonces pones el título de la película, unos puntos suspensivos y un círculo; dentro de él pondremos, luego de una ardua discusión, un calificativo. Llegamos, ahora sí, los dos, puntuales; nunca nos gustó llegar tarde para la función. Y justamente cuando entramos a la sala, buscando un buen lugar, empieza a sonar una canción de los 70´s (como dicen ahora). Y yo con el corazón ya en la garganta: “Aquí, aquí”. Nos sentamos (y ya no importó entonces la película, ni el sitio, ni la desviación estándar, ni la regresión múltiple, ni nada, sólo tú, tú, tú, …) y me entregaste tu manito suave, perfecta, mía, … hecha puñito para que yo la rodee, la posea, la envuelva, la adore, …


He vuelto luego de muchos años, solo, a otro cinema (ya no existen nuestros cinemas), a otra ubicación, a otra función, a "otro todo” y viene a mi mente aquella canción que jamás pensamos, en aquellos días, que alguna vez iba a parecerse a nuestra historia, amiga mía, que ya no estás. Y, quise escuchar nuevamente a Leonardo Favio (http://www.youtube.com/watch?v=tLWZ-XGKM80&feature=related).


jueves, 15 de octubre de 2009

Si tú vinieras ...


Oh, si tú vinieras disuelta
en el viento de esta tarde ...

Si tú estuvieras aquí,
niña mía,
y apartaras la losa de mi precoz sepulcro,
me levantaría y me iría contigo,
con tus besos,
con tu renacer
y tu ternura,
bien seguro de haber hallado el paraíso.

Desilusión


El insomnio que tú pueblas
es un país maravilloso
donde todo es posible.

Por eso
cuando me sorprende la mañana
ojeras de desilusión
cubren mi pena.

jueves, 8 de octubre de 2009

Lámpara votiva - XXIV


Mi incontenible llanto es quizás la cruel puntilla con la que las manos de Dios van desbastando mi ciego dolor.

viernes, 2 de octubre de 2009

Lámpara votiva - XXIII


Llega puntual el insomnio de las tres. Es cuando tu recuerdo resplandece con la más pura transparencia.

Lámpara votiva - XXII


No quiero ser un desertor. Aquí estaré dando la batalla hasta el final. Sé que tú estarás allí, esperándome.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Cartas tardías - IV


¿Sabes que ayer me animé a contarles todo a mis padres y a mis hermanos?... ¿Qué les dije? Pues que nos queríamos, que queremos ser uno, que me gustan tus labios, que queremos estar juntos siempre, y más; es decir, más y todo lo demás. ¿Qué dijo mi madre?... Que sí; que me vas a querer mucho, que me despertarás siempre con un beso y que serás mi reina, mi luz y mi destino. (Y yo, feliz; porque te amo y porque mi madre es sabia y nunca se equivoca.)…. ¿Qué dijo mi padre?... Ya sabes, preguntó si sabes cocinar y si bordas bien. (Y yo: “Sí, lo aprendió con monjas”). Y mi hermano, que si eres bonita. (Y yo: “Preciosa”). Y mis hermanas: “¿Le gustan los niños?”... “¿Está enamorada de ti?” … Y yo: “Sí, sí, sí; que voy corriendo a contárselo.”

Y los dejé escuchando a Joan Manuel Serrat (www.youtube.com/watch?v=63MQmTMNvJY) ... aunque ya no podré entregarte esta Carta.

- - - - - - -

Dedico (también) esta “Carta” a nuestro entrañable amigo Isaías.



jueves, 24 de septiembre de 2009

Siempre nueva


Tu piel
es siempre nueva;
sea
que me incline
sobre tu cuerpo desnudo,
sea
que,
ausente,
me acurruque en tu recuerdo.

Inextinguible esperanza


Aunque no te vea,
aunque estés distante,
canto al amor
y estoy alegre
porque sé
que la flor llegará.

martes, 22 de septiembre de 2009

Al irte tú de mí


Al irte tú de mí, niña mía,
te has llevado la mejor parte:
toda tu alma,
todo tu cuerpo,

y la mitad de mi aire.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Tus manos


Tus manos,
¡ah!,
tus manos, ...

palomas en vuelo
de límpidas elevaciones.

¿Cuándo,
dime,
tendré tus manos,

sobre mi pecho?

Lámpara votiva - XXI


Vivo por tres razones: por tu amor, por tu amor y por tu amor.

Soledad


Soledad,
dulce compañera,
ya ves:
al final
del camino
siempre
tú y yo
solos ...

Aceptación


¿Por qué culpar
al cielo
de tanta iniquidad?

Sólo los corazones
sangrantes
saben cargar
su cruz
besándola.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Lámpara votiva - XX


Inédita siempre a mi tacto tu piel se enternecía, y mi deseo se alimentaba de tu sangre caliente y viva, fuera que se oscuriera la noche o despuntara el día.


Lámpara votiva - XIX


A mediados de un Septiembre luminoso, reina mía, cubrimos de flores, por vez primera, el lecho nupcial y en un festival de olores, colores y emociones inauguramos (otra vez) la primavera.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Historias del diario vivir - II


Cuando nos convocaban a los llamados Encuentros, unos de Padres, otros de Esposos, estotros de Matrimonios, nos divertíamos mucho. Y, claro, ya que por lo general, se hacían en las aulas de los colegios de nuestros hijos, nos hacíamos la ilusión de ser otra vez chicos y enamorados.


¡Qué orgulloso estaba yo de ti! cuando —como se fue haciendo costumbre— te escogían a ti para que hablaras a nombre de nuestro grupo de reflexión. Y con qué dulzura me mirabas cuando —como también me empeñé en hacer costumbre a fuerza de pedir la palabra—yo leía en público el “Poema acróstico sobre la Mujer Perfecta” (Prov. 31, 10-31) mirándote a los ojos.


Y cómo nos divertíamos, y cuanto reíamos. ¿Recuerdas cuando me reconvinieron por insistir en llamarte indistintamente (muy a la española, yo) “mi mujer” o “mi esposa”. Me dijeron: “Tu esposa es la madre de tus hijos” y “Tu mujer es sólo una aventura; lo de la calle”. Y yo —ya en complicidad tácita contigo— me apuré en replicar que, para mí, ambas eran una sola; “mi esposa” y “mi mujer” eran la misma persona, por eso no hacía distingos. Me miraste de reojo y me diste tu viva aprobación disimulando una sonrisa.


Y, después, por la noche, ¡cuánto reímos! Y empezamos a embromar y dijiste que era yo "Tu hembrito” y dije yo que tú “Mi marida”. Y yo te llamé: “Mi señora” y tú a mí, entonces: “Mi señoro”; y tú: “Mi amanto” y yo: “Mi amanta”, y luego yo: “Mi toda” y, entonces, cuando dijiste tú: “Mi todo”… se acabó el juego y empezó la ternura.


Tu cuerpo de hada


Playas sin sol, flores en trizas,

va mi corazón callado y triste,

recogiendo de a pocos las cenizas

de aquel amanecer en que te fuiste.


A la fuerza, a mí me trajeron

a esta extraña y oscura región;

y con mano cruel me pusieron

una brasa en el corazón.


Nada me alegra ya, nada me dicen

los árboles, los ríos o las rosas;

sólo un profundo dolor persiste

en mi marcha dura y fatigosa.


Y, sin embargo, guardo un consuelo

que cualquier pena hace nada:

al cabo de mi vida iré hasta el cielo

a poseer para siempre tu cuerpo de hada.


Lámpara votiva - XVIII


Al atardecer, te imagino conmigo, me inclino a besarte los ojos y me tiendo a tu costado, vigilante, a cuidar tu sueño.

martes, 15 de septiembre de 2009

Lámpara votiva - XVII


Los días pasan, los años mueren. Tu amor y tu recuerdo, que ya no son de este mundo, no habrán de terminar jamás.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Si tú no me hubieras querido


Si tú no me hubieras querido,
¿qué habría sido de mí?

El amor, la vida y el aire,
que nacían y morían desde ti,
¿dónde hubiera podido encontrarlos
ahora que ya no estás aquí?

Si tú no me hubieras querido,
¿qué habría sido de mí?

¿Dónde hubiera conocido yo
la ternura sino en tus brazos?
¿Y dónde habría aprendido el amor
sino en tu regazo?

Si tú no me hubieras querido,
¿qué habría sido de mí?

Hoy cuando quiero verte
me basta contemplar el cielo;
allí están para mi eterna suerte:
tu mirada, tu luz y tu pelo.

Si tú no me hubieras querido,
¿qué habría sido de mí?

jueves, 27 de agosto de 2009

Ven, mujer mía


Ven nuevamente, mujer mía, a nuestra casa; llénala de claveles multicolor y déjame que prenda en el vuelo de tu falda las más preciosas gemas para que añadan música a tus pasos de reina.

Y luego, ven a sentarte a mi costado y dispongámonos a elevar, en silencio y con las manos juntas, nuestras miradas hacia Dios.

martes, 25 de agosto de 2009

Lámpara votiva - XVI


El agresivo viento de Agosto corta en mitades mi gravosa nostalgia que se desangra en ayes de irreparable orfandad.

Lámpara votiva - XV


Dios de los árboles y los bosques, apiádate de mí; que se me va la vida en lamentos al borde del nido vacío.

Lámpara votiva - XIV


Sobre los renglones torcidos de mi existencia, Reina mía, te dignaste escribir, con pulso firme y delicado, una apacible historia de amor para mí; por eso ahora no me canso de leer y besar tus cartas.

domingo, 16 de agosto de 2009

Cuando tú vivías en mi casa


Cuando tú vivías en mi casa yo era muy feliz. Éramos como dos pajaritos que se acurrucaban bajo un manto de estrellas y fantasías. Y ¡qué alegres amanecíamos cuando dormíamos juntos!


(Al despedirnos, un beso;

al encontrarnos, un beso.

Un infinito rosario de besos

fue uniéndonos para siempre ...)


Y cuántas veces, herido y con el desánimo a cuestas, me allegaba al nido con el solo anhelo de contemplarme en tus ojos y buscar en tu confortador abrazo la medida exacta de mi consuelo. Y qué bien sabías tú serenar mis abatimientos. Y cómo brillaban tus ojos cuando enaltecías hasta la más baladí de mis victorias. Nada era para mí, entonces, imposible de conseguir. Y, juntos, fuimos construyendo el nido, a una vez tierno y fuerte, y aprendimos a elevarnos hasta los confines de la vida y mirar con ilusión el futuro.


[… Silencio …]


Esta tarde fría de invierno soso, he vuelto, otra vez, a buscarte. Y ya no estabas ... Pronuncio, entonces, esta oración:


Dios de las montañas, de las estrellas y los vientos,

Amo y Señor de todo lo visto y lo creído,

Dios de todo lo posible y lo imposible,

¡devuélveme a mi pajarita!


sábado, 15 de agosto de 2009

Saber que me quieres


Reina purísima,
dueña de todo lo mío,
sosiega mis angustias.

Corona de todas mis audacias,
apacienta mis arrojos.

Reposo de todas mis batallas,
restaña mis heridas.

Y,
¡déjame,
otra vez,
saber que me quieres!

Lámpara votiva - XIII


Paso las noches, en interminables duermevelas, escribiendo y reescribiendo mis poemas, no vaya a venir mi Reina a visitarme y yo no tenga qué ofrecerle.

domingo, 9 de agosto de 2009

Lámpara votiva - XII


Cuando decidiste rendirme tus labios por primera vez, mi ser-hombre se elevó como flama incandescente por entre el montón de cenizas que era mi vida sin ti.

viernes, 7 de agosto de 2009

Lámpara votiva - XI


Mendigo de amor y pordiosero de tus caricias, yerro el camino de vuelta a casa y mi aliento se va consumiendo en tristes canciones.

Cartas tardías - III


Ayer estuve largo rato frente al portón de tu colegio esperando que nuestras miradas se juntaran y que, obedeciendo a nuestro mudo protocolo consagrado por los días y el bienquerer, tomara yo el bolsón en que acarreabas tus libros y tus lápices. Y qué feliz era yo echándome esa carga y esa responsabilidad de escoltarte para que nadie interfiriera tu camino, para que nada rozara tu tierna y leve figura; ¡ni siquiera el viento o la garúa!... Pero no llegaste.

Como no me lo creí, esperé aún más, casi hasta el anochecer. Y, claro, llegué a mi casa con el uniforme escolar empapado y el corazón en vilo: ¡había deambulado tanto por las neblinosas calles de Pueblo Libre!, …

Al final, a solas, en una noche anegada en melancolía, fue mi consuelo abrir aquella cartita en papel rosado, donde yo había copiado para ti un verso de Rabindranath Tagore:

“¡Te necesito a ti, sólo a ti!
Deja que lo repita sin cansarse mi corazón.”

Y tú, con ese detalle tan tuyo que más tarde haría que me enamorara aún más de ti, pusiste, en respuesta, el signo aritmético =, es decir “igual”. Fue entonces cuando saltó de alegría mi corazón.

sábado, 1 de agosto de 2009

Lámpara votiva - X

¡Límpido mar del amor eterno!, ¿cuándo recibirás por fin las fatigosas aguas de este río atormentado?


viernes, 24 de julio de 2009

Lámpara votiva - IX

Te bendigo, mujer mía, porque al marcharte has dejado bien nítidas tus huellas sobre mi corazón.

Lámpara votiva - VIII

La desasida mano que dejaste en este mundo, sufre, tanteando insomne en la negra noche de la duda.

miércoles, 22 de julio de 2009

Lámpara votiva - VII

De camino a su encuentro contigo, mi vida —cual cántaro desportillado— se va vaciando en lágrimas.

Lámpara votiva - VI

Mis días sin ti sofocan mi corazón, como hiedra maligna sobre un árbol viejo.

domingo, 19 de julio de 2009

Historias del diario vivir - I

¿Recuerdas aquella antigua película que vimos esa tarde de domingo?... ¿Cuántas veces repetí que me encanta tu sonrisa?... Y, entonces, me devanaba los sesos tratando de inventar un disparate tras otro, con el único propósito de provocar aunque fuera la más sutil de tus sonrisas. Y aunque no pretendió ser un chiste, qué hermosamente te sonreíste cuando repetí ese cursi piropo copiado de Jorge Mistral en su despedida de amor. Tu sonrisa iluminó la tarde y yo me estremecí diciéndote: “Repetiré tu nombre hasta que se me seque la lengua”. Y hoy, sea mañana, tarde o madrugada, me sorprendo pronunciando, como un eterno mantra, tu bellísimo nombre.

jueves, 16 de julio de 2009

Lámpara votiva - V

Un día, puso Dios en mis manos un luminoso diamante, pero mis ojos miopes y profanos, no supieron apreciar todos sus resplandores.

"Ya me voy"


Un atardecer de Mayo, mi Reina me dijo: “Muchas gracias, peregrino. Ya me voy.” Y yo hice como que no le había escuchado. Entonces, los mares, el Sol y las estrellas, me dijeron: “No temas, hermano, siempre estaremos contigo”. Pero llegó el dolor y su cruel soplido hizo temblar la llama de mi esperanza.


Vivo lo que sueño


Al amanecer, beso tus labios, copiosa fuente de renovadas utopías, y al mediodía, me complazco en la contemplación de esas delicadas frutas de carne que el sol esculpe sobre tu pecho. A las cinco de la tarde, aliso tu cabello alborotado por un viento que parece ser el de Chiclayo y acaricio tus manos que se abren para mí con exhalaciones de pan recién horneado. Llegada la noche, me arropo con la tibieza de tu delicada y acogedora piel que torna verdad todas mis ilusiones. Y así vivo mis sueños cada día.

jueves, 9 de julio de 2009

Tengo miedo de la lluvia


Tengo miedo de la lluvia,
pues presiento
que un día romperá
el cristal de tu recuerdo
cuando caiga sobre el mar!


martes, 7 de julio de 2009

Invitación


Entra.

Siempre ha estado así mi ventana:
abierta para tu cuerpo menudo,
cerrada para que sólo tú
conozcas el interior de mi morada.

¡Anda, entra!

Demasiado tiempo hemos estado solos,
esperando.
Es la hora exacta para nuestra unión:
Yo soy una silente avenida de algarrobos,
pon tú la canción!