miércoles, 26 de enero de 2011

Lámpara votiva - LXXI


Cual invisible cuña, vas esculpiendo el diamante del crepúsculo que al pronunciar tu nombre estalla en colores.

Lámpara votiva - LXX


La dulzura de tus besos decretó que a partir de aquella tarde de Setiembre, daría lo mismo decir "yo" o "tú", y así fue siempre.