Que tu rostro en la luna
se refleje siempre,
para quererte más.
Que tu regazo sea
mi cobijo permanente,
para quererte más.
Que en tus labios
palpite mi sangre,
para quererte más.
Que no exista día, noche,
ni camino, ni adiós, ni llegada;
que en el Universo
seamos sólo tú y yo
(chispas de un mismo fuego
y fuego de una misma sangre)
hic et nunc
y siempre
y más todavía
uno solo …
¡para quererte más!