domingo, 21 de febrero de 2010

Lámpara votiva - XLIX


Aún quedaban
apacibles tardes de sábado
y palpitaba aún,
en nuestros labios,
una multitud
de besos fantásticos.

Enternecidos "te quiero"
persistían ansiosos
por ser pronunciados
al oído,
en tardes estivales.

Casi todo
quedaba por vivir.

Ahora,
la rompiente marea,
los vientos y los pájaros,
han vuelto
y

no vuelves.

sábado, 20 de febrero de 2010

Lámpara votiva - XLVIII


Sin tu cabecita sobre él, mi pecho es como una guitarra de pozo profundo, llena de viento afónico y amnésico de pretéritos acordes.



martes, 16 de febrero de 2010

Deja que, con tus trenzas, ...


Deja que, con tus trenzas,
me teja yo un largo brandal
para subir hasta las estrellas
donde te pueda besar y besar.

Subiré muy alto, muy alto,
donde nada me pueda alcanzar
y allá arriba, cuando estemos solitos,
nos volveremos otra vez a enamorar.

Y de tanto abrazar y besarnos,
nos habremos de dormir juntitos,
recordando cuando tú me decías, quedito:
"Ni la muerte nos podrá separar".


miércoles, 3 de febrero de 2010

Lámpara votiva - XLVII


Débil banderola es mi alma, flagelada por la múltiple y feroz borrasca del desamparo, aunque siempre aferrada al mástil firme de tu recuerdo.