Si tú estuvieras aquí
el cielo sería cielo
y sería jazmín el jazmín
sin temor ni desconsuelo.
Si tú estuvieras aquí
serían míos el viento,
el clavel y el alhelí,
y el perfume de tu pelo.
Si tú estuvieras conmigo
ya no existiría la lágrima,
ni la ausencia, ni el olvido;
todo sería esperanza.